El galgo
Son dóciles y cariñosos con todas las personas, sobre todo con los niños, incluso llegan a adorar a los que, a la postre, serán sus más sádicos asesinos. Son animales a los que les gusta estar al lado de su dueño, no necesitando fuertes ejercicios, dado que cuando son mayores suelen padecer lesiones crónicas que limitan su actividad física. Les gusta pasar horas echados al lado de sus amos.
El galgo desde que nace, lo hace con una fecha de caducidad que, por norma general, no rebasa los 2 años, está condenado a vivir y morir terriblemente en manos de los llamados galgueros, que en algunos lugares de nuestro país, los utilizan como objetos desechables.
Muchos de los galgos que se utilizan para la caza o para carreras en canódromos cuando dejan de ser útiles o bien cuando termina la temporada, se sacrifican siguiendo una tradición tercermundista que se remonta a la edad media.
Estos nobles animales son ahorcados o se atan a un árbol donde mueren lentamente, la forma tradicional que se realiza el ahorcamiento es de manera que el animal roce con sus patas traseras el suelo, por lo tanto, no muere de una forma rápida, por el contrario, en algunas ocasiones tardan horas en llegarles la muerte.
Otra de las formas de deshacerse de estos animales es atarlos a un árbol y dejarlos que mueran de hambre y sed, sin olvidarnos, de otro método que se esta utilizando, que consiste en que al animal se le introduce un palo en la boca dejándosela abierta y se le abandona, a parte de que no puede ni comer ni beber el perro sufre una terrible tortura hasta que le llega la muerte.
Existe asociaciones como "GALGOS IN NOT"y "GREYHOUND IN NEED", que lleva muchos años buscando hogares para que estos pobres animales puedan vivir en paz, fuera de España.
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